lunes, julio 27, 2009

"Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros".

Herman Hesse

Poeta, novelista y pintor alemán, nacionalizado suizo. A su muerte, se convirtió en una figura de culto en el mundo occidental, en general, por su celebración del misticismo oriental y la búsqueda del propio yo.

Fue de los escritores más representativos de Europa, continuador de la línea del romanticismo alemán e intérprete al mismo tiempo de los problemas de la sociedad moderna.

Nació el 2 de julio de 1877 en Calw, localidad ubicada en Baden-Wurtemberg, Alemania, donde transcurrieron los tres primeros años de su vida (hasta 1880) y tres años de colegio (1886 a 1889). Su familia estaba marcada por una fuerte religiosidad, siendo sus padres, Verlasgverein Johannes Hesse y Maria Gundert, misioneros pietistas.

En su juventud hizo grandes viajes por Italia y también por la India.

Después de vivir en la ciudad suiza de Basilea, en donde su padre fue destinado como predicador, regresó a Calw, en donde esa ascendencia espiritual provocaría su ingreso en el seminario de Maulbronn a la edad de catorce años. Su espíritu rebelde le hacía tener enfrentamientos constantes con la disciplina inherente a los centros escolares, de donde fue expulsado en variadas ocasiones. Su rebeldía contra la educación formal la expresó en la novela Bajo la rueda (1906). En consecuencia, se educó él mismo a base de lecturas.

Con quince años, en 1892, intentó suicidarse, quedando tras esto a cargo de un teólogo y pasando posteriormente por una institución de salud mental y otra para jóvenes problemáticos. Cumplió su educación básica en 1893, pasando a intentar aprender el oficio de librero, luego el de mecánico relojero, y finalmente, otra vez, el de librero.

De joven se dedicó también al periodismo por libre, lo que le inspiró su primera novela, en parte autobiográfica, Peter Camenzind (1904), la historia de un escritor bohemio que rechaza a la sociedad para acabar llevando una existencia de vagabundo.

Un fuerte giro a su vida sucedió tras algunos problemas con sus críticas a la Primera Guerra Mundial en 1914. Demonizado por la prensa y abandonado por sus amigos tras la publicación de un ensayo en el que pedía a Alemania que no cayera en el nacionalismo, se encontró en medio de un conflicto político que junto con su fracaso matrimonial y la muerte de su padre acabó por llevarle en 1919 a Montagnola, Suiza, nacionalidad que adquirió en 1921.

La desesperanza y la desilusión que le produjeron la guerra y una serie de tragedias domésticas, y sus intentos por encontrar soluciones, se convirtieron en el asunto de su posterior obra novelística. Sus escritos se fueron enfocando hacia la búsqueda espiritual de nuevos objetivos y valores que sustituyeran a los tradicionales, que ya no eran válidos. El tema dominante de sus novelas es la subyugación del individuo por las masas modernas.

Demian (1919), por ejemplo, estaba fuertemente influenciada por la obra del psiquiatra suizo Carl Jung, al que Hesse descubrió en el curso de su propio (breve) psicoanálisis. El tratamiento que el libro da a la dualidad simbólica entre Demian, el personaje de sueño, y su homólogo en la vida real, Sinclair, despertó un enorme interés entre los intelectuales europeos coetáneos.

Las novelas de Hesse desde entonces se fueron haciendo cada vez más simbólicas y acercándose más al psicoanálisis. Por ejemplo, Viaje a Oriente (1932) examina en términos junguianos las cualidades míticas de la experiencia humana.

Siddharta (1922), por otra parte, refleja el interés de Hesse por el misticismo oriental —el resultado de un viaje a la India—; es una lírica novela corta de la relación entre un padre y un hijo, basada en la vida del joven Buda.

El lobo estepario (1927) es quizás la novela más innovadora de Hesse. La doble naturaleza del artista-héroe —humana y licantrópica— le lleva a un laberinto de experiencias llenas de pesadillas; así, la obra simboliza la escisión entre la individualidad rebelde y las convenciones burguesas, al igual que su obra posterior Narciso y Goldmundo (1930).

En 1943 apareció su obra maestra, El juego de abalorios, novela utópica de carácter alegórico impregnada de una gran pureza de espíritu. Situada en un futuro utópico, es de hecho una resolución de las inquietudes del autor.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el partido nazi lo incluyó en su lista negra.

Ya mayor, aceptó el premio Goethe, y el Premio de la Paz, pero no acudió a las respectivas ceremonias.

Fue galardonado con el premio Nobel de Literatura en 1946. Posteriormente publicó colecciones de cuentos, relatos y meditaciones, y en 1952 la edición completa de sus obras.

Como muchos de sus personajes Hesse tuvo a lo largo de su vida problemas con las mujeres. Su primer matrimonio con Maria Bernoulli, que le dio tres hijos, terminó trágicamente por los problemas mentales de su esposa. El segundo matrimonio aparentemente no pasó de ser una breve aventura con Ruth Wenger terminando a los pocos meses. Finalmente se casó con Nion Dolbin en 1931 y se mantuvo a su lado durante el resto de su vida.

Su espíritu contestatario y su posicionamiento pacifista fueron adoptados por la juventud de los años 60, quienes se identificaban con sus textos de búsqueda de identidad y experiencia mística.

Murió de una hemorragia cerebral mientras dormía el 9 de agosto de 1962 en Montagnola (Lugano, Suiza). Tenía 85 años.

http://www.booksfactory.com/writers/hesse_es.htm

MI CREDO, Herman Hesse

"El credo al que me refiero no es fácil de expresar en palabras. Podría explicarlo así: creo que, a pesar de su aparente absurdo, la vida tiene sentido, y aunque reconozco que este sentido último de la vida no lo puedo captar con la razón, estoy dispuesto a seguirlo aun cuando signifique sacrificarme a mí mismo. Su voz la oigo en mi interior siempre que estoy realmente vivo y despierto. En tales momentos intentaré realizar todo cuanto la vida exija de mí, incluso cuando vaya contra las costumbres y leyes establecidas. Este credo no obedece órdenes ni se puede llegar a él por la fuerza. Sólo es posible sentirlo".

Un libro para tener al alcance.

Lao Tse, en Tao Te king


TAO TE KING - LAO TSE

Lao Tse (570-c. 490 a.C.), filósofo chino considerado el fundador del taoísmo. La confusión en torno a su fecha de nacimiento radica en la leyenda según la cual instruyó a Confucio; en realidad, si Lao-tsé existió fue en la persona de un filósofo anónimo del siglo IV a.C. que atribuyó su trabajo a este sabio legendario. Según la leyenda, Lao-tsé nació en la provincia de Henan y fue un bibliotecario de la corte. Se supone que dejó escrito el Tao Te-King (o Daodejing, Libro de la Vía y de la Virtud), el gran tratado filosófico chino, cuando abandonó China para irse a vivir a un lugar desconocido de Occidente. Con mucho, el Tao Te-King es la obra literaria más traducida del chino y tuvo una enorme influencia en el pensamiento y la cultura orientales. Este libro, que cuenta con tan sólo 10.000 caracteres, fue redactado hacia el año 300 a.C. y parece ser una antología que recoge antiguas enseñanzas, aunque la densidad de su estilo sugiere que es obra de un único autor. La mayor parte del libro está compuesta por rimas y puede ser leído como un largo poema filosófico. Enseña que "el camino" (dao) del mundo se realiza con mayor aprovechamiento abandonando las categorías y los valores en favor de la percepción espontánea. El sabio busca "no hacer nada" (wu wei) y deja que las cosas sigan su curso natural; así, como estaba destinado a un monarca, al rey que pretenda ser inteligente y apto se le recomienda que mantenga a su pueblo en la sencillez y la pasividad para que así pueda amoldarse a la naturaleza, auténtica meta del hombre. Relatos y mitos posteriores integraron a Lao-tsé en la religión china, convirtiéndole en una deidad principal de la religión taoísta que revelaba los textos sagrados a la humanidad; algunas leyendas sostienen que tras salir de China se convirtió en Buda.

Aquí van unas líneas de él, que lo disfruten:

Unir cuerpo y alma en un conjunto
del que no puedan disociarse.
Dominar la respiración hasta hacerla
tan flexible como la de un recién nacido.
Purificar las visiones hasta
dejarlas limpias.
Querer al pueblo y gobernar el Estado
practicando el no-hacer.
Abrir y cerrar las puertas del cielo
siendo como la mujer.
Conocer y comprenderlo todo
usar la inteligencia.
Engendrar y criar,
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada,
guiar sin dominar,
esta es la gran virtud.

Fuente: http://www.culturamarcial.com.ar/aak/taoteking.htm